Prólogo
Los aforismos se practican de manera involuntaria por
personas que, sin habérselo propuesto, sin siquiera darse cuenta, pronuncian a
lo largo de su vida todo tipo de reflexiones que de haberse elaborado como
obras literarias podrían haber valido mucho . Por este mismo motivo sucede que hay una cantidad de
frases hechas que son aforismos anónimos. ¿Quién habrá sido el primero en decir
que al mal tiempo buena cara? Probablemente cualquier vecino que ignoraba lo
que estaba aportando. Ha de haber muchas personas que no tienen consciencia de
ser espléndidos aforistas. ¿Cuántas obras se habrán perdido porque algunos
artistas ignoraban que lo eran? Así, el aforismo, como la poesía misma, tiene
un origen eminentemente popular, con buena cantidad de obras maestras de autor desconocido,
y tanto las personas más sencillas como los más prestigiosos eruditos pueden
enriquecer las arcas de este tesoro . Más
hojas es mi segunda tanda de aforismos. Quiero anticipar que, así como en Hojas puede advertirse cierta
recurrencia sobre Leopardi, en Más hojas
ocurre lo mismo con Dostoievski. También deseo comentar con especial interés un
detalle de composición. Muchas de estas reflexiones albergan conceptos que ya
había dicho o pensado y a los que tuve que volver para elaborarlos
deliberadamente en este género; desde el momento en el que decidí hacer un
libro de aforismos me di cuenta de que ya tenía unos cuantos hechos, y lo único
que faltaba era ponerlos en papel. Me confortaría que estas palabras sirvan
para que alguien descubra que también puede ser un aforista descuidado; quizá
es lo único que le hace falta para tomar la decisión de escribir un libro que ya
tiene escrito sin saberlo.
Verdad es aquello que cualquier imbécil refuta.
Nicolás Gómez Dávila
-251-
Pessoa experimentó la conmoción de no ser nada y
albergar todos los sueños del mundo. A mí suele inquietarme un desasosiego
todavía peor: no saber nada y vivir inclinado hacia la sabiduría. Atardece y me
siento en el banco más triste y apartado de un pueblo que apenas figura en los
mapas; solo, pobre, extranjero, fracasado y muy bien dotado para dar grandes
consejos a todo el mundo.
-252-
Rubén Darío, hablando de métrica, observa con acierto
que “la música es sólo de la idea, muchas veces”. Esta máxima, que funciona en
los poemas muchas veces, en los aforismos debería funcionarnos siempre.
-253-
Hay fantasmas que aterrorizan desapareciendo.
-254-
Los autores extraordinarios, cuyas obras logran la
mirada más aguda y lúcida de sus épocas, siempre son un tanto ilegibles para
sus contemporáneos. Esta gloria póstuma es el precio que pagan muchos grandes
hombres que padecen la malicia e incomprensión de los pequeños. Es natural que
Dostoievski, preso en Siberia, haya vivido la experiencia de recibir limosna de
una humilde campesina; otros, como Poe y Nietzsche, dieron lástima a los
transeúntes desmayándose en medio de la calle. Nunca sabremos si ese borracho,
o ese mendigo, o aquél compañero medio idiota al que humillamos en la escuela
estaba escribiendo el quinto evangelio.
-255-
Oxímoron: bondad egocéntrica, o maldad humilde.
-256-
La luna es una diosa atea.
-257-
Los románticos son los más realistas porque visualizan
una realidad más completa: además de la materia, objeto al que se limitan los
realistas mediocres, agregan todo el abanico de matices del espíritu,
incluyendo un festín de sombras.
-258-
Sobrevivir demanda trabajo y esfuerzo. La pereza es un
vicio que puede ser mortal.
-259-
Confunden la libertad del verso libre con la de
considerarse poetas sin serlo.
-260-
Durante la década de 1860 Dostoievski, instalado en
San Petersburgo, tiene más de cuarenta años y ya ha sufrido mucho: la orfandad,
la pobreza, la cárcel, la milicia. En esta nueva etapa, todavía peor que la
anterior, acaba de perder a su hermano Miguel y a su primera esposa, María. Se
funde la revista que dirige. Pierde en el juego el dinero que le queda. El
público olvida su primera novela y recibe la última con recelo. Los
intelectuales lo desprecian: los liberales por sus extravagancias conservadoras
y los conservadores por su espíritu liberal. Las deudas, interminables, lo
persiguen. Dos mujeres lo rechazan como esposo y su amante, Polina Suslova,
viaja con otros por Europa. Su salud se deteriora, padece violentos ataques de
epilepsia. Stellovsky, editor célebre por su maldad e injusticia,
aprovechándose de sus necesidades lo hace firmar un contrato denigrante, cuyas
cláusulas incluyen los derechos de la próxima novela, a entregarse en dos meses
o, en caso de no acatar el plazo, ceder durante siete años los derechos de todo
lo que escriba. La familia Ivanov, compadecida de su infortunio, le propone
viajar a Moscú para disponer de una habitación y de un sirviente que lo asista.
Luego de unos días el sirviente se presenta ante sus patrones negándose a pasar
una noche más cerca de ese hombre; explica que es un loco, un criminal, que
planea un asesinato, que da vueltas toda la noche por su habitación hablando en
voz alta sobre los detalles del delito. Dostoievski escribe una nueva novela, Crimen y Castigo, Raskólnikov se echa a
andar por el mundo.
-261-
El sufrimiento es ciencia primordial de vida. Quien
aprende a sufrir está listo para aprenderlo todo.
-262-
De un entendimiento que juzga banderas como trozos de
tela también espero que perciba bibliotecas como manojos de papel.
-263-
La verdad, que marcha en dirección contraria a la de
la sociedad, se encuentra abajo, muy abajo, y por eso son muy pocos los que van
a ella. Los que están abajo no disponen, necesariamente, de ventaja: no están
allí por búsqueda sino por fatalidad de modo que, al igual que los de arriba,
sólo quieren escalar.
-264-
Preferimos renunciar a la felicidad antes que a las
costumbres.
-265-
Jacques Bonnet, recopilando datos sobre grandes bibliotecas
y bibliófilos, comenta el destacado caso de Valincour quien, habiendo sufrido
la desgracia de perder su tan amada e invalorable biblioteca en un incendio,
reacciona con inesperada tranquilidad y una distinguida declaración: “Poco
habría aprovechado mis libros, si no supiera perderlos".
-266-
La perfección no habla nuestro idioma.
-267-
Es un gran pecado no desempeñarnos en aquello a lo que
estamos llamados a hacer por vocación, circunstancias o talento.
-268-
Malos hay muy pocos, buenos muchos menos, abundan los
mediocres.
-269-
Una señora observa disgustada que una familia de
mendigos había revuelto sus residuos buscando alimentos. Se queja a viva voz de
algunas manchas que dejaron en la acera. Sociedad y suciedad: demasiada gente
indignada ante la basura pero imperturbable ante familias condenadas a hurgar
en ella.
-270-
Si los muertos lloran han de hacerlo, condolidos, por
nosotros.
-271-
Al igual que los científicos, la ciencia tiene dos
manos, e intenta arreglar con una lo que destrozó la otra.
-272-
El egoísmo propio es un atributo fundamental para
sobrevivir. Nos protege, por ejemplo, del egoísmo ajeno.
-273-
Hubo una época en la que la tan temida carencia se
convirtió en una vara mágica de ilimitado poder alquímico que convertía en oro
todo lo que tocaba. Comprendí que para poseerla hay un único requisito:
perderlo todo. Una vez que estuvo en mis
manos, sucedió que cualquier pedazo de pan se convertía en una cena de reyes.
Descubrí, entre las páginas de un diario abandonado, la enciclopedia mejor
provista del mundo. Una noche bastó con un cigarrillo para bailar en medio de
una fiesta; quien me lo dio me hizo comprender el valor de la fraternidad en su
estado más puro. Supe, por primera vez en mi vida, qué se siente ser
millonario, cuando encontré una moneda. Me enamoré de un color. Sí, también
toqué las estrellas, porque el agua caliente lavó mi cuerpo con un milagroso
derroche de gotas. Poca gente pudo disfrutar una siesta recostándose en las
nubes, la mayoría confunde ese lecho con el pasto de las plazas. Quedé abrumado
ante la vastedad vital de un insecto. Nunca había sido creyente, pero gracias
al mar conocí a Dios, a quien hablé como un amigo de la infancia con el que
acababa de encontrarme. A mi lado los ricos del mundo no eran más que
ignorantes, desgraciados, solitarios, siempre rodeados de posesiones lo mismo
que de sombras que nada les dicen, que no los complacen nunca. Ahora, que
vuelvo a una mundana estabilidad, no me atrevería a volver a aquel estado de
forma voluntaria, porque sólo se accede a él por una concesión de la fatalidad.
Tampoco niego todas las desgracias y pesares que hacen falta para empuñar esa
vara con la que cualquier luciérnaga del desamparo puede brillar mejor que el
sol. Sin embargo, insisto: pocos tuvieron, como yo, el privilegio de apreciar
el valor de todas las cosas, y nunca estuve tan bien dotado para poner los pies
sobre la tierra.
-274-
La gloria más merecida llega sin que la llamen.
-275-
Cuando alguien dispone, para realizar su obra, de una
gran fortuna y de talento, dirá que lo hizo todo con talento.
-276-
Todos oyen la misma música pero ella dice un secreto
diferente a cada uno.
-277-
Juan José Saer, de su novela El entenado: “No se sabe nunca cuándo se nace: el parto es una
simple convención. Muchos mueren sin haber nacido; otros nacen apenas, otros
mal, como abortados. Algunos, por nacimientos sucesivos, van pasando de vida en
vida, y si la muerte no viniese a interrumpirlos, serían capaces de agotar el
ramillete de mundos posibles a fuerza de nacer una y otra vez, como si
poseyesen una reserva inagotable de inocencia y abandono”.
-278-
El egocentrismo histérico de cualquier niño informa
muy bien sobre toda nuestra especie.
-279-
Cuando los amigos que traiga la miseria no sean los
peores que pueda haber entonces no dudes de que serán los mejores.
-280-
El 23 de abril de 1849 el régimen zarista retiene a
Dostoievski con los ojos vendados a la espera de que lo fusilen. ¿El crimen?
Haber frecuentado, en calidad de escritor, algunas reuniones del Círculo Petrashevsky, grupo de ideas liberales cuya mayor audacia
había sido el proyecto de una imprenta clandestina. Dostoievski, con un pie en el patíbulo,
recibe la noticia de que le conmutan el castigo por diez años de cárcel en
Siberia. Padece el duro cautiverio en el penal de Omsk; es un preso común,
convive con los delincuentes de todo el imperio, viste uniforme rayado y gris,
rapada la mitad de la cabeza, grilletes en los pies, trabajos forzados en
fábricas y minas. ¿Qué consecuencias produce en su espíritu esta convivencia
con el profundo pueblo de su patria, con lo más miserable y marginal de la sociedad? Lejos de convertirse en un
revolucionario al estilo de Tolstoi, Turguénev, Bakunin, intelectuales de
tertulia o aristócratas que viven de sus rentas, se convierte en un espíritu
religioso, profundamente cristiano, convencido de que con principios
nihilistas, materialistas, ateos, y sin el horizonte de una divinidad
trascendente que sofoque el egocentrismo de la razón, la sociedad se
desbarranca hacia la perdición, el crimen, el hundimiento ético. Sabe que la
salvación sólo puede venir de una moral religiosa que descansa en el pueblo,
ese llano pueblo que tanto conoce, el del hombre que, con su simplicidad, se
encuentra más cerca de Cristo y de la tierra, el campesinado que no ha sido
corrompido por los nihilistas demonios del intelecto, inspirador de doctrinas
de las que podría emerger una revolución que inicie un reinado de maldad. En Demonios, novela donde vuelca su nueva
pasión, el rechazo visceral contra la intelectualidad revolucionaria de los
nihilistas, deja clara su postura en palabras de Schatov: “Usted es ateo,
porque es usted un señorito, el último señorito. Usted ha perdido la noción de
la diferencia entre el bien y el mal, porque ha dejado de conocer a su
pueblo". Espíritu revolucionario, principios conservadores, Dostoievski se
convierte en un Rousseau del zarismo. ¿Qué hubiera pasado, en caso de vivir
unas décadas más, con el estado soviético? Lo mismo que el zarismo, el
comunismo lo hubiera sepultado en la cárcel, los trabajos forzados, el
patíbulo; Dostoievski habría consumado
el destino de auténtico escritor irreverente: ser condenado a muerte por la
estrechez de miras de dos regímenes opuestos.
-281-
Los que festejen una muerte siempre tendrán algo en
que parecerse al asesino, aunque festejen la muerte del asesino.
-282-
Percepción del tiempo: una lluvia permanente,
invisible y silenciosa, que disuelve todo lo que moja.
-283-
Que no te ama tal como eres significa, estrictamente,
que no te ama.
-284-
La lucha por una vida más justa y digna proviene de
numerosos y diversos frentes de batalla, la mayoría de los cuales son muy
modestos e inesperados. Es importante tener
flexibilidad para dar lugar a todo aquello que pueda hacer su aporte a
la causa, provenga de donde provenga, y cuidarse mucho de ese contraproducente
dogmatismo que es limitarse a la fe en uno sólo de los caminos posibles.
-285-
Van por buen camino los buscadores que hacen de la
respiración un arte y una ciencia.
-286-
Una forma de apreciar la buena prosa es leer cartas
que se escriben para pedir dinero.
-287-
Gente práctica: considera útil lo que sirve para
sobrevivir y desdeña por inútil a lo que da la vida.
-288-
El emperador Juliano, refiriéndose a la máxima
cristiana que exhorta a repartir los bienes entre los pobres, observa que de
seguirse ese precepto no habría nación, ciudad o cosa alguna que se sostuviera.
En esta premisa que doy por cierta se halla la clave del conflicto moral que
desgarra a instituciones como la Iglesia Católica: para sostener el mensaje de
Cristo la Iglesia necesita sostenerse a sí misma, pero es incapaz de sostenerse
a sí misma sin incumplir preceptos cristianos. Esta fatal encrucijada obliga a
una inconsecuencia moral que depende menos de la voluntad que de la naturaleza
misma de las instituciones; la Iglesia no es más que un claro ejemplo de lo que
en realidad afecta a todo tipo de instituciones moralistas tales como las
jurídicas, económicas o judiciales, todas ellas igualmente incapaces de tenerse
en pie sin cometer las mismas faltas que condenan.
-289-
Todas las ideologías comparten el fallo del factor
humano.
-290-
Es inquietante que dos reflexiones antagónicas puedan
parecernos igualmente convincentes. Subrayo, en una novela de Maxence Fermine,
la siguiente frase: “No existe nada peor que haber sido dichoso una vez en la
vida. Después, todo lo demás, aun la cosa más insignificante, se convierte en
una gran desdicha”. Y recuerdo, de inmediato, una frase que tenía subrayada en
Dostoievski: “¡Dios mío! ¡Todo un momento de felicidad! Sí, ¿no es eso bastante
para colmar una vida?”.
-291-
Hoy piensas que ese dolor no podrá curarlo ni siquiera
el tiempo pero mañana pensarás que puede.
-292-
El papel de las dictaduras es consumar la dignidad de
los opositores que ejecutan.
-293-
Escribimos mil poemas para preparar los andamios de
uno solo que valga la pena.
-294-
Los griegos siempre fueron un ejemplo muy didáctico de
egocentrismo cultural. Es necesario que un pueblo se vea a sí mismo como el
esplendoroso centro de un mundo oscuro para pronunciar el término “bárbaros”,
ofensiva onomatopeya que define la inferioridad del extranjero mofándose de su
manera de hablar. Dos siglos antes de la era cristiana los chinos se asombraron
mucho descubriendo la civilización griega: estaban convencidos de que China era
el “Reino central” que lideraba sobre todo lo que había bajo el cielo. Este
mismo asombro ante el hallazgo de un extranjero bien dotado podría encontrarse
en la mayor parte de los pueblos prominentes de la historia. El cristianismo,
que supo imponer una era en la que el sol giraba alrededor de su templo, tuvo
que emerger del pueblo judío, que había escrito una historia según la cual los
judíos eran los elegidos de Dios. En la historia reciente grandes potencias
económicas sustentaron sus agresiones internacionales con criterios de
superioridad, dando dimensiones cósmicas a cualquier ofensa contra los
exclusivos intereses de sus territorios. ¿Qué abuso del
relativismo niega elementos objetivos de la condición humana? Está claro que
uno de ellos, sólido y evidente, es el egocentrismo cultural, esta tendencia de
los individuos, extendida a los pueblos, que en cuanto creen conseguir alguna forma
de distinción dan por hecho que el sol brilla para alumbrar la belleza de sus
rostros.
-295-
El universo hace el mismo esfuerzo para demoler
imperios que para aplastar insectos.
-296-
No podemos vivir sin algunas máscaras que disfrazan el
carácter despiadado de la lucha por la vida.
-297-
Se puede vivir sin amor pero no se puede llamar vida a
eso.
-298-
Sospecho que el estado propio de la mente es el
enfermo. La sanidad es inconciliable con un defectuoso órgano de consciencia
constantemente acribillado por las presiones externas e internas de la compleja
existencia humana. Desde un punto de vista psicológico, no hay más que
enfermos, al extremo de que la expresión “mente enferma” es una simple redundancia.
Algunas personas extraordinarias logran que su mente se sustraiga de su estado
natural, el insano, para elevarla a un nivel espiritual al que sólo es posible
acceder mediante la intensidad mística y religiosa; purificar la mente de su
sustancia enfermiza, someter este líquido empantanado a un hervidero espiritual
del que resulta un ascenso al cielo en sonrisas vaporosas. Así, la humanidad
queda dividida en dos tipos de personas: los místicos que están locos y los
normales que son enfermos.
-299-
Un pensador que vale la pena siempre está dispuesto a tener opiniones que preferiría no tener.
-300-
Fragmentos de una carta que Dostoievski, a los 18 años
de edad, envía a su hermano Miguel: “Tengo un proyecto: el de volverme loco;
que se enfurezca la gente, que me cure, que trate de devolverme el juicio”. Y
más adelante añade: “El hombre es un misterio. Debe ser descubierto y, si uno
dedica su vida a buscar la solución de este enigma, no podrá decirse que la ha
vivido en vano. Me consagro a esa tarea, porque quiero ser un hombre auténtico”
-301-
La riqueza romántica es un tercer ojo capaz de ver lo
que alumbran las velas sopladas por los pobres de espíritu.
-302-
Sabios que necesitan fracasar para que los ruidos del
éxito no vulgaricen la sabiduría.
-303-
Muchos ateos que fundamentan su escepticismo mediante
argumentos racionales suponen que los creyentes son timados o ingenuos. Por mi
parte, dudo mucho de que pueda despacharse la creencia en Dios, asunto capital
de la metafísica, en términos de mera
ingenuidad o engaño, pero no tengo ninguna duda de que el creyente en una
acertada razón humana, y en particular en la suya propia, tiene bastante poca
autoridad para acusar de timado o ingenuo a nadie.
-304-
A mayor discreción mayor resguardo del ridículo.
-305-
Su tristeza es poesía involuntaria.
-306-
El aburrimiento es un signo de pobreza intelectual y
espiritual.
-307-
Hay dos tipos de oración: la corriente y la elevada.
En la corriente le hablamos a la divinidad manifestando nuestras inquietudes;
en la elevada, que los budistas llaman meditación, logramos la disposición de
un silencio pleno para que la divinidad nos hable.
-308-
La vejez se consolida cuando el corazón empieza a ser
capaz de reflexionar.
-309-
Tributo al genio de Velázquez. No me asombraría si,
recorriendo los salones del museo del Prado, pasara caminando, desperezándose,
el perro de Las Meninas, se rascara, olfatease
los zapatos de un turista, le diera la gana de ponerse a ladrar. Lo mismo
podría venir en su busca, un poco enfadado, algún empleado del museo, azuzarlo
para que se tienda de nuevo en su sitio, bajo el pie del enano Pertusato, de
modo que los visitantes puedan ver el cuadro con todos los detalles. Ramón
Gaya, en su Velázquez, Pájaro solitario,
afirma que la diferencia entre el niño de Vallecas y nosotros es que aquél, que
nos mira más de lo que nosotros lo miramos, siente pena y vergüenza (¿o
ironía?) porque se sabe en la verdad, en tanto que nosotros debemos
conformarnos nada más que con la realidad: “no se trata de obras de arte
superiores, de obras maestras, máximas, cumbres, de un arte convenido, de un
juego espiritual convenido, sino de auténticas criaturas vivas, desligadas,
emancipadas por completo del arte, del recinto cerrado y riguroso del arte”.
-310-
Que la preocupación por lo que pudiera ser no nos distraiga
de lo que está siendo.
-311-
Nos consolamos calificando de “inhumanas” a esas
acciones que sólo es capaz de realizar el ser humano.
-312-
Un instrumento peligroso. Carlos Marx, que había sido expulsado de París, de Bruselas, de Colonia, consigue radicarse con su familia en Londres. Un detective al que habían contratado para descubrirlo en actividades revolucionarias lo vigila sin descanso, muy ansioso de enviar informes. Pasa el tiempo y el detective, defraudado, sin nada llamativo que informar, observa todos los días el mismo cuadro: sentado frente a la mesa de una habitación lúgubre, ante una humeante olla y rodeado de niños, un hombre ceñudo no quita los ojos de una suma de papeles. No hay pólvora, ni armas, ni visitas sospechosas, sin embargo, en ese mismo momento, Carlos Marx realiza la actividad más revolucionaria, la más peligrosa, la única con la que partiría en dos el mundo: escribe, escribe, escribe, y va a ponerle de título El capital.
Un instrumento peligroso. Carlos Marx, que había sido expulsado de París, de Bruselas, de Colonia, consigue radicarse con su familia en Londres. Un detective al que habían contratado para descubrirlo en actividades revolucionarias lo vigila sin descanso, muy ansioso de enviar informes. Pasa el tiempo y el detective, defraudado, sin nada llamativo que informar, observa todos los días el mismo cuadro: sentado frente a la mesa de una habitación lúgubre, ante una humeante olla y rodeado de niños, un hombre ceñudo no quita los ojos de una suma de papeles. No hay pólvora, ni armas, ni visitas sospechosas, sin embargo, en ese mismo momento, Carlos Marx realiza la actividad más revolucionaria, la más peligrosa, la única con la que partiría en dos el mundo: escribe, escribe, escribe, y va a ponerle de título El capital.
-313-
Un humanista sólo puede ser un político si se trata de
sacrificarse.
-314-
En cuestiones de amor siempre puede haber un terror a los fantasmas, un
peligro de sufrir las embestidas de algo que ya ha muerto pero cuya presencia
inexplicable, atroz para uno, invisible para los demás, nos afecta con más
realidad que toda la vida que nos rodea.
-315-
Las reglas estructuran la vida pero le dan sentido las
excepciones.
-316-
Tiendo a pensar que “contradicción” no es más que el
nombre que damos a lo que no podemos comprender porque excede las limitaciones
de nuestro juicio. Ha de haber un punto de vista desde cuya altura sea posible
visualizar que no hay desencuentro alguno entre soberbia y humildad, castidad y
promiscuidad, valentía y cobardía, soledad y multitud, rebeldía y
conservadurismo, pares que, de hecho, suelen ser órganos de un mismo cuerpo que
sólo entran en disputa dentro del entendimiento.
-317-
Quienes compartimos este mundo nunca vivimos en el
mismo mundo.
-318-
Si los dioses escriben imagino que lo hacen nada más
que con los ojos.
-319-
Me fastidian las personas que, entre tantas clases de
palabras, utilizan solamente las que hablan sin tocar.
-320-
La inquietud existencial de Dostoievski, siempre
convulsionada por la complejidad psicológica y moral de la criatura humana,
parte y vuelve de un planteamiento tan profundo como elemental: el alma vive
desgarrada por el conflicto de una dualidad, la dramática tensión de albergar,
dentro de nuestro corazón, inclinaciones inconciliables. Este núcleo se
explicita en la famosa frase de Dimitri Karamazov: “Es el duelo entre Dios y el
diablo, y el corazón humano es el campo de batalla”. Un conflicto de tal
calibre solo puede resolverlo la divinidad, perfección y pureza que desata
todos los nudos superando las contradicciones. Dostoievski expresa una visión
atormentada sobre la humanidad en los términos de un espíritu nihilista e
inconforme, muy eficaz para entusiasmar a los más furiosos revolucionarios,
pero luego busca soluciones por la vía religiosa, sin cuidarse de conceptos que
entusiasman a los más ortodoxos conservadores. Tuvo el arrojo de ahogarse en la
dualidad sobre la que tanto reflexionaba a fuerza de padecer mejor que nadie
sus embestidas. Su maestría le debe mucho a una actitud desprejuiciada ante
conceptos sencillos, elementales, sumada a la capacidad de afrontar el
conflicto humano con la disposición de tomar, indistintamente, elementos tanto
revolucionarios como conservadores, con el resultado de fundirlo todo en una
postura singular, honesta, intempestiva, lo suficientemente elevada como para
seducir e irritar a todas las tendencias que, mezcladas entre la multitud de su
entierro, no sabían si escupir sobre su féretro o rendirse al homenaje.
-321-
Gran parte de los honestos son los que tuvieron la
suerte de que otros les hagan el trabajo sucio.
-322-
Hay un argumento a favor de la existencia de las musas
que puede darse por bueno en cualquier época. Basta con asistir a cualquier
banquete de poetas para retirarse luego con la certeza de que es imposible que
esas personas, sin la ayuda de las musas, hayan sido capaces incluso de
aprender a comer con cubiertos.
-323-
El único malestar que puede infligirnos la música es
una culposa sensación de no merecerla.
-324-
Me cuesta acatar máximas como la de no incurrir en la
soberbia para derrotar soberbios; compensa saltarse algunas normas para que
ciertos individuos descubran a qué sabe su propio aliento.
-325-
Margarite Yourcenar sobre el pasado: “La vida pasada
es una hoja seca, resquebrajada, sin savia ni clorofila, acribillada de
agujeros, arañada con desgarraduras, que si ponemos a contraluz ofrece todo lo
más la red esquelética de sus delgadas y quebradizas nerviaciones”.
-326-
Las verdades necesitan ser pronunciadas por una sola
persona mientras que las idioteces requieren muchedumbres.
-327-
El lenguaje es la ilusión de un mundo asequible.
-328-
Bertolt Brecht, inconforme con la lamentable
prepotencia de informar a los escritores sobre qué tienen que escribir para
resolver el mundo, también supo conceptualizar una noción muy frecuente que, si
se planteara en su justa proporción, podría tener el respeto que merece:
alertar a los ciudadanos sobre la importancia de los problemas políticos. Así,
asevera despectivamente que “el peor analfabeto es el analfabeto político”,
despreciando y calificando de imbéciles a las personas que, con su perniciosa
indiferencia ante la política, ignoran que de las decisiones políticas derivan
todo tipo de calamidades. Un problema de esta visión es que reduce la política
a los vaivenes de la administración estatal, a los partidos que disputan o
ejercen el poder y al terreno específico de las ideologías (particularmente la
de Bertolt Brecht); sin embargo la política, mejor entendida como la cosa
pública, está también en el campesino que cultiva, el maestro que enseña a
leer, las señoras que barren las aceras y los bomberos que apagan los
incendios, por poner algunos pocos ejemplos. El caso es que este grupo de seres
imprescindibles incluye a muchos de los amonestados analfabetos políticos,
ciudadanos que no están al tanto de cuestiones en las que se especializan
iluminados como Bertolt Brecht. Cierto, la política merece atención porque de
ella derivan calamidades, pero hay que precisar que una de esas calamidades son
estos sujetos que pregonan una politización enfermiza de la vida, sin mayor
resultado que la asfixia ideológica de todo lo que suponen resolver. Y añado que
muchas de las personas que Bertolt Brecht considera analfabetos políticos
suelen ser las únicas, realmente las únicas que hacen algo para que este mundo
siga siendo soportable cada vez que los políticos de vocación acaban otra vez
de destruirlo.
-329-
Algunos errores aportan mucho más que los aciertos.
-330-
El llanto de lo que nace impide escuchar el de lo que
muere.
-331-
El Corán, escrito en un tiempo y espíritu que no
conoce ni precisa relojes, indica la hora en la que debe cesar el ayuno con una
elegancia que disculpa toda imprecisión: “cuando ya no es posible distinguir un
hilo blanco de otro negro”.
-332-
Conocerse a uno mismo es muy difícil pero todos los
demás serán siempre un gran misterio.
-333-
De regreso a mi barrio, luego de conocer a unos ricos,
iba pensando: ¡Pobres!
-334-
Propercio, aconsejando a Cintia que no desmerezca, con
adornos, sus encantos naturales, escribe sobre las más subyugantes mujeres que
“el pudor era para ellas suficiente belleza”.
-335-
Te resulta difícil amar al prójimo sin que sea en
desmedro de amarte a ti mismo.
-336-
Pablo d’Ors, escritor y sacerdote español, aporta en
su novela sobre la fascinante vida de Charles de Foucauld una observación que merece considerarse: “El pecado de un intelecto que triunfó sobre el
sentimiento de fraternidad con el hombre y de veneración a Dios, y que todo lo
sacrificó a sus propios reclamos imperiosos. ¡El único pecado que merece la recompensa
de una agonía inmortal!”.
-337-
El infierno, entendido de manera literal, sólo podría
ser proporcionado para Dios mismo si fuera malvado, pero en ningún caso podría
ser justo un castigo eterno para hombres cuya maldad ha sido forzosamente
limitada, así sea por su condición de mortales.
-338-
Los hijos, el oficio, el corazón: lo que da la vida es
el blanco al que apuntar para quitarla.
-339-
Antes de ayudar a alguien asegúrate de que sepas
sonreír.
-340-
Leo en el diario una noticia que me estremece: en la
ciudad de San Petersburgo una mujer llamada Tatiana, inválida, se encuentra en
la calle y pide limosna. Declara en una entrevista que fue humillada y ofendida
toda la vida. La desgraciada, una entre tantas, ha llegado a ser noticia porque
se trata de la bisnieta de Dostoievski. Gracias a la indignación de algunas
personas recibe la visita del gobernador de San Petersburgo, quien la asiste
con una miserable ayuda de cincuenta rubros mensuales, suma equivalente a otra
limosna. Recuerdo de inmediato a Nelly, la niña mendiga de Humillados y ofendidos, que con su corta edad había elaborado una
filosofía acorde a su vida: no hay vergüenza en pedirle a todos, lo vergonzoso
es tener que pedirle a uno.
-341-
La hondura del dolor ahoga las palabras.
-342-
Terrenos envilecidos al extremo de que cualquier
comportamiento amable resulta allí ofensivo.
-343-
En tiempos de Sócrates los filósofos no precisaban
escribir libros o que tuvieran éxito para que la sociedad considere sus
reflexiones; eso explica, en buena medida, que haya habido en esos tiempos un
filósofo tan grande como Sócrates.
-344-
La elevación de saber conservar la calma en presencia
de histéricos.
-345-
La injusticia social cuenta con el aval de una noción
tan común como falaz: la teoría del mérito, esa simpleza de pensar que quienes
gozan de una buena posición económica la merecen porque la obtuvieron con el
mérito de su trabajo y talento. El problema de esta noción, en apariencia justa
-porque de hecho es innegable el mérito que correspondiera a cada caso-, es que
se usa para deducir, por contrapartida, el atroz disparate de que quienes no
gozan de una situación económica afortunada se debe a que no la merecen por su
falta de mérito, de modo que los millones de pobres, la gran mayoría de la
población mundial, padecen merecidamente la miseria porque son vagos e
incapaces de progreso, en una palabra, inferiores. De la posible verdad de que
algunos ricos pudieron enriquecerse por sus virtudes, se extrae la despiadada
mentira de que los pobres están empobrecidos por sus defectos. Así, cada uno
merece tanto lo que tiene como lo que no, y vivimos en el mejor de los mundos.
El fallo de la teoría del mérito es muy sencillo de explicar: es una negación
insultantemente ingenua de la injusticia social, y todos sabemos que para
desestimar un problema no hay recurso más eficaz que el de negarlo.
-346-
Una literatura que logra convertirse en música es tan
virtuosa que para gozarla no precisamos comprender el sentido de sus palabras.
-347-
El tamaño de tu nobleza es el de aquello a lo que
renuncias para sostener principios.
-348-
No sólo es cierto que el amor conlleva sacrificios,
más aún: son esos sacrificios la prueba misma de que hay amor.
-349-
La verdad no siempre es lo mismo que la vida. Y a
veces es más importante la vida.
-350-
El malestar que podría sentir ante los aforismos de un
autor como Cioran no parte nunca del pesimismo de su filosofía sino de sus
limitaciones; incapaz de tener una mirada amplia sobre la condición humana,
selecciona nada más que los aspectos que le sirven para llegar a una conclusión
predeterminada: para este autor una lluvia nunca podrá beneficiar las cosechas
sino apagar las llamas de la esperanza. ¿Y por qué lo sigo leyendo con deleite
y respeto? Porque es un gran escritor cuya obra es eficaz y persuasiva para
convencernos de afirmaciones que resultarían claramente falsas o exageradas en
una prosa deslucida, y esto es maravilloso. Tomemos, como ejemplo, el siguiente
aforismo: “El olor de la criatura nos pone sobre la pista de una divinidad
fétida”. Considerándola de manera desapasionada, su escaso sentido es evidente:
la defectuosidad de la criatura no compromete la perfección divina; sin
embargo, luego de leer la frase sentimos, al menos durante un vertiginoso
minuto, que el autor tiene razón, que no hay más verdad que la de su renegado
existencialismo. ¿Qué ha pasado? Que el
virtuosismo de su prosa ha logrado capturarnos, envenenarnos, que sin más armas
que sus palabras un escritor convirtió el lenguaje en un canto de sirenas; una capacidad de este tipo redime a
cualquiera de su parcialidad, la solidez de su talento literario ya es
suficiente verdad y nos parece más verdadera que cualquier cosa que nos diga.
-351-
Seguirá atacándote hasta lograr una forma adecuada de
quererte.
-352-
Es inevitable, en los partidos políticos, que sus
afiliados procedan con criterios de estrechez ideológica. El problema está en
que no proceden así porque sea inevitable sino porque la cabeza no les da para otra cosa.
-353-
Hay poemas de un solo verso llamados aforismos.
-354-
Imaginé una conciencia después de la muerte como ese
alivio optimista que prosigue al vómito.
-355-
El Evangelio de San Mateo cuenta
que un rey ordenó asesinar a todos los niños para evitar que crezca uno que
pondría en riesgo su reinado. Dudo que en ningún otro texto se haya hablado de
la naturaleza del poder estatal con tanta claridad y acierto.
-356-
El precio de las cosas lo conocen muchos pero el valor
muy pocos.
-357-
El precio de una cosa puede tasarse según lo que valga
aquello a lo que hay que renunciar para obtenerla. No puede amar a su pareja
quien pretende seguir gozando los placeres de la soltería, del mismo modo que
no puede decir que vive en el campo quien precisa pasar, en la ciudad, cuatro
días de la semana. Poseer las cosas sin pagar su precio es tanto el privilegio
de los niños como la deshonestidad de los adultos.
-358-
Sujetos que se jactan de renunciar a privilegios que
no hubieran obtenido nunca.
-359-
Un requisito básico para validar el título de maestro
es que haya sido otorgado por los demás.
-360-
Un rico no podría auxiliar a cada uno de los
carenciados que lo rodean sin dejar de ser rico; más allá de su disposición, es
inherente a su situación económica un precavido y forzoso distanciamiento de
los demás, que se convierten en potenciales ladrones, estafadores,
secuestradores y pedigüeños, quedando confundido en esta masa peligrosa
cualquiera que no abrigue malas intenciones. Para mantener su condición el rico
está obligado a levantar un muro infranqueable contra el prójimo, de modo que
gozará de todos los privilegios de su fortuna rodeado de miles de carenciados
en situación de emergencia; quiéralo o no, acabará convirtiéndose en un
monstruo.
-361-
Me dan asco los limpios que nunca estuvieron sucios.
-362-
Una diferencia entre mirar y ver es que para mirar
hace falta tener los ojos abiertos.
-363-
De pronto el camino exige que elijas entre dos opciones:
cargar con el cuerpo herido que te detuvo el paso, o cargar contigo mismo
sabiendo que has dejado, sin auxilio, a un herido en el camino.
-364-
Para adoptar una ideología puede influir más nuestro
carácter que la conformidad con las ideas.
-365-
El deleite de haber leído El maestro de Petersburgo cuyo personaje, el mismo Dostoievski,
padece la muerte de su hijastro como si fuera la de su propio y único hijo.
Coetzee describe el dolor desgarrado de Dostoievski en términos tan intensos
como sencillos: “Su corazón seguirá latiendo largo tiempo. Sin embargo, algo lo
ha sacado del tiempo de los hombres. La corriente que lo lleva no deja de
fluir, aún sigue su curso, puede que obedezca incluso a una intención
determinada, pero esa intención ha dejado de responder a la vida. Esa corriente
que lo lleva es agua muerta, es una corriente inerte”.
-366-
El puritanismo es la enfermedad del impuro que no vive
según su naturaleza.
-367-
Esa clase de escritores que pueden darse el lujo de
que el dolor no sea más que el asunto sobre el que escriben.
-368-
Dialéctica del fondo y de la forma: podemos observar,
en sitios y personas con fallos severísimos de fondo, que rige una observancia
severísima en las formas.
-369-
Los ángeles existen pero pueden ayudarnos menos de lo
que quisieran. Les cuesta mucho contemplarnos sin irritar sus ojos, llamar a
nuestra puerta sin llagar sus manos, escuchar lo que decimos sin dañarse el
corazón.
-370-
Esos pretendidos librepensadores que incurren en la simpleza
de reducir la moral a la conspirativa artimaña con la que una elite de
militares y sacerdotes tiranizan a la masa, que viene a ser una inocente
víctima de sus infamias. Llama mucho la atención cuando esta gallarda estupidez
es propia de personas inteligentes que suponen, pronunciándola, tener a Dios
mismo humillado y de rodillas. Es evidente que la moral, además de no reducirse
a la versión que imponen de ella los poderes constituidos, es antes que
acertada o no, inevitable, al punto que cada vez que alguien la combate lo hace
con otra propuesta moralista que corre el riesgo de triunfar y oficializarse;
que el moralismo, objetivo o relativo, lo mismo da, excede y preexiste al orden
establecido, y que quienes más aportan para construir su estructura y sobre
todo sostenerla son los miembros de esa masa a la que subestiman considerándola
nada más que su víctima.
-371-
Algunas normas resultan del forzado adiestramiento de
un conjunto de excepciones.
-372-
Juan Ramón Jiménez: “Vemos una escultura, leemos una
poesía, oímos una canción antigua y nuestro mayor elogio es: Parece de ahora. Pensemos que el elogio
mayor que un antiguo resucitado pudiera hacer de lo nuestro sería: Parece de entonces”.
-373-
Te parecen, los proverbios, entre sí contradictorios,
pero cada uno por su lado te parece cierto.
-374-
Estilo sencillo no es decir cosas sencillas sino el
complejo arte de decir las cosas con sencillez. Sencillo es, por ejemplo,
Borges: si no has comprendido el asunto tal como él lo expone, no podrás
comprenderlo de ninguna otra manera. Más cuidado todavía en confundir sencillez
con estupidez: la literatura de cierto autor tan exitoso no es sencilla sino
estúpida.
-375-
Si hay palabras diferentes se debe a algún motivo, no
confundamos gente con gentuza.
-376-
Conviene recordar que el cerebro es también un músculo
que se atrofia si no lo ejercitamos.
-377-
La primitiva causa del machismo, patrón que parece
trascender toda época y cultura, es la traducción de una superioridad masculina
de fuerza física, fundamental para sobrevivir en ese reino primitivo, en
términos de una superioridad intelectual y moral. La abolición total del
machismo depende de que la verdadera superioridad intelectual y moral advierta,
sobre sí misma, que no es propia de ningún sexo en particular, pero para esto
es necesario superar del todo el reino primitivo y, lamentablemente, existen
pocas posibilidades de que eso ocurra.
-378-
La capacidad persuasiva de los panfletos se debe a una
grosera simplificación de la realidad.
-379-
Temo menos a la muerte que a lo que mata.
-380-
Desvalidas criaturas; desde que abrimos, por
primera vez, los ojos, sin urdir las religiones no pudimos ser capaces de
sobrellevar el cielo.
-381-
Espíritus religiosos obsesionados con el escepticismo,
viciosos atormentados por problemas morales, sociólogos sumidos en la soledad,
vitalistas doctorados en pesimismo, introvertidos exhibiendo a las multitudes
los más íntimos vaivenes de sus almas; la obra de muchos escritores se resume
en una huida desesperada de sí mismos de tal modo que, si pudieran alcanzarse,
dejarían de inmediato de escribir.
-382-
Las personas que más usan la cabeza son las que más
tienden a olvidar colgados sus sombreros.
-383-
Dentro de la familia del estereotipo están esas primas
metódicas que son las encuestas.
-384-
Afirmación de un zapatero anarquista con quien
conversé en un pueblo de Extremadura: “Mientras exista el dinero no habrá
gobiernos de izquierda”.
-385-
Considerando la idea de que parte, desde el ego, lo
peor y lo mejor del ser humano, tiendo a estar más convencido de lo primero que
de lo segundo.
-386-
La revelación es permanente, incesante, nunca deja de
hablar, manifestarse, de estar presente. Somos nosotros, siempre tan aturdidos
y atareados con los campanarios de la insignificancia, quienes no sabemos
percibirla.
-387-
La vida son los errores que cometemos tratando de
vivir sin cometerlos.
-388-
Un genocidio no sucede en un momento de mayor maldad
sino en un momento en que la maldad, que existe siempre y por lo tanto ahora,
encuentra la manera de sistematizarse en un régimen que la ejecuta con todos
los recursos del Estado. Cuidémonos de pensar que ciertos fenómenos atroces son
parte del pasado: aquello que los ha generado sigue vivo, y lo que no puede ser
que pase podría volver a pasar si no trabajamos diariamente para impedirlo.
-389-
Ser poeta y morir de eso.
-390-
Abraham Yarmolinsky, biógrafo de Dostoievski: “Dostoievski fue el primero en presentar al
ser humano no como una criatura bien definida, inteligente y consecuente, sino
como un complejo de impulsos irracionales y contradictorios, de veleidades
tenebrosas y de oscuros temores y deseos. Si no nos sentimos más asombrados
ante sus revelaciones de esas corrientes inconscientes que afectan sutilmente
las actitudes y las maneras de portarse de la gente, es porque los novelistas
modernos nos suelen conducir tan a menudo a esos pasajes subterráneos que
cavara inicialmente Dostoievski”. Deseo afirmar esta observación añadiendo que
si Cervantes, con el Quijote, puede ser considerado padre de la novela, se
trata de una novela en la que la dualidad todavía no es posible: Don Quijote
está loco o cuerdo, pero se trata de una cosa o de la otra. Dostoievski ha dado
ciertamente el segundo gran paso trayendo al mundo de la novela personajes
capaces de estar locos y cuerdos al mismo tiempo.
-391-
Cabe mencionar, a favor de los discutidores, que hay
personas que odian discutir y prefieren golpear o asesinar al adversario.
-392-
El arte por encima de la ciencia: si la grandeza que
compuso las mayores obras artísticas se hubiera utilizado en medicina y
locomoción, probablemente tendríamos la pastilla de la inmortalidad y
volaríamos.
-393-
La riqueza, cuanto más eleva por encima de la tierra,
más aleja de la realidad. Es por eso que los ricos, inclinados a sus refinadas
formas de artificio, pueden ser buenos o malos, pero siempre son ridículos.
-394-
Convencidos de su seriedad hacen ese horrible ruido
para exigir silencio.
-395-
Las personas actúan muy pocas veces en razón de lo que
es necesario, eficaz o correcto. Lo común es que actúen en razón de todo tipo
de conflictos psicológicos, urgencias e intereses, para no hablar de la
inmadurez, la maldad y una desesperante cantidad de vicios y defectos. En manos
de estos perturbados están los gobiernos, las fuerzas públicas, la educación,
la sanidad, las fábricas, los medios de transporte. Así las personas, así el
mundo, y un estado de cosas en el que al menos se pueda evitar el desastre
permanente es, nada más que por eso, suficientemente bueno como para estar
conforme; pedir más es cosa de ingenuos.
-396-
A los quince años pude volar: me acosté con una
desconocida en un mundo carente de responsabilidad.
-397-
Valoro tanto la lectura de cierto autor que lo
recomiendo mucho. Alguien me pregunta, dando a entender sus reparos, si estoy
de acuerdo con las opiniones de mi admirado artista. No puedo dejar de resaltar
la superficialidad de esta clase de preguntas. Es un gran autor, leerlo vale
mucho la pena, ¿qué importancia tiene si estoy o no de acuerdo con lo que
opina?
-398-
El dinero solventa esas posiciones desde las que uno
puede acomodarse para desdeñarlo.
-399-
Los grandes personajes históricos existen en función
de un sinnúmero de factores contextuales que poco a poco se disuelven con la
corrosión del tiempo, hasta quedar enclavados en una defectuosa memoria
colectiva como un simplificado esqueleto, desprovisto ya del cuerpo, la mentalidad
y las circunstancias que lo revistieron dando algún sentido a sus acciones; a
partir de ese momento empezamos a juzgar la risa de una calavera que nos
simpatiza u ofende según los prejuicios e intereses en boga del presente.
-400-
Dostoievski, el pueblo, Diario de un escritor: “Todo el que sea sincero amigo del pueblo,
todo aquel que haya sentido palpitar su corazón, comprenderá y disculpará el
fango en que ha caído ese pueblo, y sabrá, a pesar de todo, pescar perlas en el
cieno”.
-401-
Hay un círculo del infierno para los que tienen razón.
-402-
Entre dos personas que se aman puede interponerse el
mundo. El amor, para triunfar, necesita emprender una batalla contra todos los
recursos con que el mundo se empecina en malograrlo. Muchas veces, aunque no
quiera rendirse, va a caer desfallecido. Y tendrá que andar herido hasta cuando
pueda hablarse de triunfos.
-403-
Una típica forma de civilización es la de torturar con
instrumentos higiénicos.
-404-
La acción atenta contra la sabiduría cuando, en la
urgencia de una circunstancia, nos obliga a tomar partido por uno de dos bandos
contrapuestos, de modo que sufrimos la violencia de abandonar la sensatez de
ese margen donde éramos capaces, todavía, de visualizar las virtudes y defectos
de todas las facciones, reconociendo la parte de razón que pudiera haber en
cada una.
-405-
Los orgasmos, contracciones musculares de las que
derivan éxtasis celestes, comprueban la interdependencia entre materia y
espíritu.
-406-
Una obra de primera línea logra desdibujar los límites
entre realidad y ficción para involucrarnos en la escena como uno más de los
personajes, mientras que ante una obra mediocre no somos más que espectadores.
-407-
Mucha gente está tan poco habituada a la felicidad que
cuando la vislumbra siente el terror y la desconfianza de lo desconocido.
-408-
El éxito persuasivo de una doctrina como la anarquista
se debe menos a lo que pueda tener de certero (análisis del carácter opresivo
del Estado), que a todo lo que tenga de fantasioso, disparatado e ingenuo
(posibilidad de prescindir de un Estado). En otras palabras, el éxito
persuasivo del anarquismo, tan favorito de la adolescencia, se debe a que la
realidad motiva mucho menos que las fantasías teorizadas de quienes procuran
resolverla.
-409-
Tengo insalvables desavenencias con las reflexiones
filosóficas en las que prevalece la elucubración del método en desmedro de los
fenómenos que consideran. Debido a este motivo hay autores a los que abandono
antes de acabar el primer párrafo.
-410-
Quienes nunca se perdieron nunca tuvieron la
oportunidad de hallarse.
-411-
La mayoría de los artistas no tolerarían compartir un
solo minuto de sus vidas con las personas que ensalzan en sus obras.
-412-
Si el conocimiento del precio de las cosas estuviera
tan desarrollado como el deseo de poseerlas, muy poca gente querría ser rica,
conquistar bellas parejas, dirigir países, alcanzar el éxito, la fama, la
gloria.
-413-
El tiempo es un señor distinguido, el único aristócrata
verdadero por su sangre y mérito. Es incapaz de obrar sin una elegancia
perfecta. Todo, todo lo limpia con un delicado soplo que hace girar los
planetas, pero no su sombrero.
-414-
Lo que más sufrí de aquello que temía ha sido el
miedo.
-415-
De tanto que nos afecta no podemos pensar en ello,
pero gracias al poema podemos escribirlo.
-416-
Mereces la vileza de la que no te apartas.
-417-
La mejor carta de presentación que alguien puede darme
es la de saber pasar solitarias temporadas de silencio.
-418-
El desatino de los que increpan a Dios exigiéndole una
explícita presencia, respuestas, que resuelva las tragedias e injusticias del
mundo, que enderece todo lo que hemos torcido y repare todo lo que hemos roto.
No habría mérito alguno en un mundo resuelto por la gracia divina, sería más
injusto todavía por ser absolutamente inmerecido.
-419-
Un dictador tiene mayor responsabilidad, pero su
maldad no es mayor que la que pueda tener cada uno de los que torturan bajo su
régimen. Sin embargo se comete el error de
considerarlo tan malvado como la suma de todos los que conforman su
ejército.
-420-
Dostoievski dramatizó un conflicto moral de primer
orden: ¿es posible hacer justicia cometiendo un crimen? Dejar caer el hacha
sobre la cabeza de la despreciable usurera, que estanca la riqueza de su cruel
negocio mientras tantos otros padecen necesidades, es un asunto que a la vez
incluye la pregunta de si es lícito matar a un hombre para salvar a otros.
Sobre este complejísimo problema, del que tanto se ha deliberado desde diversos
criterios, la conclusión del maestro ruso me sigue pareciendo tan elemental
como acertada: no, no es viable prescindir de la moral para resolver conflictos
morales.
-421-
Lo que carece de fronteras es la actitud provinciana.
-422-
El placer es dolor apiadándose.
-423-
El sempiterno error de confundir el tamaño de lo que
vemos con el de nuestra mirada.
-424-
Leo un poema escrito en China hace más de mil
doscientos años. El poeta dice que bebe porque la vida le parece un sueño y que
canta como los pájaros hasta perder la sensación de lo que le rodea. Li Po, a
mi lado, acaba de pasarme una copa y bebemos juntos, me mareo. La poesía
desvanece, con su magia silenciosa, las barreras de más de mil doscientos años
y de haberse escrito en otra tierra y otra lengua.
-425-
Oír al que habla solo ignorando que lo oyen es delito
de lesa literatura.
-426-
No preciso más milagro que el de creer en milagros.
-427-
Todo lo que vale la flor del desierto se lo debe al
desierto.
-428-
El único oro limpio es el que todavía no encontramos.
-429-
La poesía precede al poeta, a las palabras con las que
desfallece por capturarla. Las palabras son, para la poesía, lo mismo que las
macetas para las flores. Allí están acomodadas para que podamos tenerlas dentro
de casa, y son auténticas, pero el lenguaje las arrancó de una tierra
originaria. Hubiéramos podido conmovernos con esa poesía antes de que fuera
arrancada de la tierra a dentelladas. Afirmo que nada de lo que pudo decir el
romanticismo era una ocurrencia romántica, que hay poetas, de los grandes, que
no escriben, que hay poemas sin palabras.
-430-
Construimos un personaje para que desvele nuestra
auténtica personalidad.
-431-
Mayor desgracia que el accidente es esa multitud
observándolo para entretenerse.
-432-
Cuando te acusen de anormal nunca olvides darles las
gracias.
-433-
De toda la plataforma nietzscheana, tan celosa de
iluminaciones apocalípticas, rupturas de nueva era y revelaciones
revolucionarias, me quedo nada más que con dos certezas tan esenciales que ni
siquiera corresponde atribuírselas a Nietzsche: las grandes verdades se
encuentran tiradas en medio de la calle y no hay nada más difícil de demostrar
que la evidencia.
-434-
Ningún racionalismo puede ayudarte mientras atraviesas
un bosque por la noche.
-435-
Se nos ha otorgado vida, la vida, y todavía esperamos
más.
-436-
En tanto que la virtud es la más fatigosa e incesante
de las batallas, convertirse en un mediocre suele ser un descanso, una forma de
hacer las paces con el mundo, de sentirnos al fin cómodos con los demás.
-437-
Algunos ciudadanos de países ricos manifiestan una
vergonzosa inquietud moral: toman a mal la poca rectitud o entusiasmo con la
que sobrellevan la servidumbre los inmigrantes de países pobres.
-438-
Medir la importancia de algo en función de su tamaño o
de lo relevante que sea para nuestra existencia es un típico prejuicio de
nuestro defectuoso entendimiento. Nadie debería asombrarse ni en lo más mínimo
ante la simple noción de que un microbio puede ser un fenómeno tan grandioso y
complejo como un sistema solar.
-439-
Si eres incapaz de ser un viajero en tu propio barrio
salir del país no vale la pena.
-440-
La relación entre un autor y su obra es tan compleja
que puede suceder, en un caso extraordinario, que la magnitud de una novela
acabe superando las expectativas del novelista y exprese mucho más de lo que
pretendía, incluso más de lo que sabía o soñaba; hasta es posible que un
personaje cobre vida al extremo de echarse a andar por un rumbo que su autor ya
no sea capaz de controlar. Dostoievski ha de haber vivido una experiencia de
este tipo con Raskólnikov. El protagonista de Crimen y Castigo representa al joven corrompido por un ideario
nihilista que, en su afán napoleónico de patear las barreras morales, acaba
cometiendo un crimen para convertirse en un gran hombre. El propósito moral de
esta novela pretende alertar sobre las consecuencias de la equivocada visión del
personaje, ponderar la redención por medio del castigo y claudicar toda
soberbia ante una moral cristiana de humildad y arrepentimiento. Sin embargo,
pocos lectores pueden ver en estas conclusiones un elemento de peso; desde el
principio de la historia, la talla atormentada de Raskólnikov cobra una vida
tan fulgurante, sus razones y sentimientos nos resultan de tal solidez, que la
vehemencia del pecador se convierte en el verdadero núcleo persuasivo de la
obra y, lejos de sentirnos ofuscados por sus acciones, acabamos fascinados con
su talante y comprometidos con su radicalidad.
Lo mismo ha de haberle pasado al propio Dostoievski quien, en un diario
donde llevaba anotaciones sobre la novela en curso, exclama de pronto sobre su
personaje: “¡Al diablo con él! En gran parte, tiene razón”. Nadie puede negar
que en ese momento Raskólnikov acaba de pegarle un hachazo a Dostoievski.
-441-
Sólo quienes no tenemos sabemos lo que valen las
posesiones de los que tienen.
-442-
Hay situaciones que no comprendemos porque es el único
modo de sobrellevarlas.
-443-
Momentos en que para estar cómodos necesitamos caer
desde el colchón al suelo.
-444-
El ego en la persona equivale al impulso de volar en
la gallina.
-445-
Ryszard Kapuściński, en El imperio, abrazando el viaje con la sabiduría: “Un turcomano que
ha vivido tanto como para llevar una barba blanca lo sabe todo. Tiene una
cabeza llena de sabiduría y unos ojos que han leído en el libro de la vida.
Conoció el sabor de la riqueza cuando le dieron su primer camello. Conoció las
miserias de la pobreza cuando se le murió el primer rebaño de ovejas. Ha visto
pozos secos, de modo que sabe lo que es la desesperación, y ha visto pozos
llenos de agua, de modo que sabe lo que es la alegría. Sabe que el sol da vida,
pero sabe también que el sol trae la muerte, cosa de la que no es consciente
ningún europeo. Sabe lo que es la sed y
lo que es la saciedad. Sabe que cuando
hace mucho calor, hay que taparse con ropa de abrigo, una pelliza y un gorro de
piel de cordero, y no quedarse en carnes, como hacen los blancos. Al contrario
del hombre despojado de ropa, el hombre vestido piensa. La persona desnuda
puede cometer cualquier locura. Los que crearon grandes obras siempre fueron
vestidos. En Sumeria y en Mesopotamia, en Sumarkanda y en Bagdad, a pesar del
calor infernal, la gente siempre ha ido vestida. Se crearon allí grandes
civilizaciones, desconocidas en Australia o el ecuador africano, donde la gente
iba desnuda al sol. Basta leer unos capítulos de la historia del mundo para
convencerse de ello. Puede que este
viejo conozca la respuesta a la gran pregunta de Shakespeare”.
-446-
Si no existiera el corazón la vida sería más fácil.
Todo sería abominable y no habría ningún problema.
-447-
Todos tuvimos un día en el que hemos dicho “vete día,
vete, tú no eres para mí”.
-448-
Es mentira que la verdad triunfa siempre. Es mentira
que sus enemigos sean menos poderosos. Tiene mucho poder la debilidad, la
ambición, el camino fácil. Tiene mucho poder, un poder biológico, vital, de
primer orden, la necesidad de ser felices y la mentira. En la mayor parte de
las vidas la verdad no dura más que cinco o diez minutos.
-449-
Mis caídas han servido para que, por socorrerme, te
levantes de las tuyas.
-450-
Nuestra pertenencia al reino animal se constata
advirtiendo que no vivimos porque la vida tenga sentido sino por el mero hecho
de que estamos vivos, de que la vida nos ha sucedido, de que preexiste a
nuestras inclinaciones, preferencias, al sentido mismo, si lo hay, que se le
haya otorgado, y ya estábamos en la vida antes de que
fuéramos capaces de increparla, y ese cause está antes que cualquier filosofía,
que cualquier intelectual desasosiego, es una fuerza prominente, más vital que
todo lo que podamos pensar sobre la vida. Esto explica el inquietante hecho de
que millones de personas sigan adelante, con los medios dispuestos a su
alcance, a pesar de un sinfín de desgracias y desdichas, incluso cuando no
parece haber nada, salvo esta fuerza vital, que justifique la fatiga de seguir
viviendo. La vitalidad, fuerza prendida a la naturaleza, tiene más vigor que la
desdicha; la felicidad es lograr una armónica correspondencia entre vitalidad y
vida. El suicidio, estadísticamente escaso, mucho más escaso todavía en tanto
una decisión lúcida, consciente, es la enfermedad de un animal que ha
renunciado a su animalidad, prodigio siniestro de una desconcertante
envergadura.
-451-
De niño saltaba cercos para robar manzanas. Hoy es un intelectual y corrige panfletos sobre hipotéticas rebeliones. Los castigos del opresor no lo hubieran degradado tanto como los años del tiempo.
-452-
Allí donde con
frecuencia se oye a las personas decir que tuvieron que trabajar mucho para
tener lo que tienen, estamos ante un claro indicio de que se trata de un sitio
de nivel económico elevado: en los demás lugares a nadie se le ocurre que eso
pueda ser una rareza digna de resaltarse.
-453-
El rico ve al pobre como Dios al rico.
-454-
Soy tan inútil que sólo sirvo para ser un líder.
-455-
Odian mucho a los verdugos, ostentan la indignación,
alimentan el enojo con una pública
grandilocuencia; disimulan, de ese modo, que podrían dedicarse al mismo
oficio si no fueran tan hipócritas, tan cobardes, como para explicitar la
bajeza de la que son capaces.
-456-
Contemplando la magnificencia de algunos templos se
comprende que la fe hace algo más asombroso que mover montañas: las erige.
-457-
Durante el año más intenso y desgastante de su vida se
consagró a la composición de una obra que sería un gran aporte para el mundo
pero sobre todo para su propia sociedad. Contribuiría a solidificar las bases
de la filosofía, a esclarecer una identidad sobre la cual sería posible avanzar
con acciones concretas que modificarían hábitos, leyes, arquitecturas.
Inspiraría procesos revolucionarios, abriría el camino de otras tantas obras de
variado género, introduciría nuevas palabras al diccionario y hasta podría
añadir un color a la bandera. Ha pasado todo el año sin comer ni dormir más de
lo necesario para no desfallecer pero la obra está consumada, ya puede volver a
la cotidianeidad en donde todos sus vecinos, durante el tiempo que tarde el
reconocimiento, tal vez el resto de su vida, lo acusarán de vago, desaliñado,
inútil, enfermizo.
-458-
Un fanático es un estúpido que se toma muy en serio su
estupidez.
-459-
Las palomas no pisan las cabezas de los próceres
porque vuelan, es lo contrario: vuelan porque pisan las cabezas de los
próceres.
-460-
El resumen es uno de los subgéneros más solicitados de este género mayor
que es la brevedad. Dudo que haya uno de la monumental Crimen y Castigo superior al del poeta Osvaldo Lamborghini: “Un
estudiante mata a una usurera para probar que es Napoleón”.
-461-
Los que exageran verdades yerran más que los que
mienten.
-462-
Perdí a un amigo, que era de la infancia, desde que se
convirtió en un intelectual. Ya no sabe qué es la amistad, ahora reflexiona
sobre su concepto, su papel en la sociedad, en la revolución, su carácter
relativo, el uso que hacen de ella los Estados
y las religiones, asiste a congresos en donde, debatiendo sobre estos
problemas, se enemista con todos los demás. Si hubiera muerto lo habría perdido
menos.
-463-
Algunas esculturas nos maravillan porque imitan
figuras humanas que cuando las vemos al natural nos parecen triviales.
-464-
Religiosos rogando a Dios que los consuele de sus
religiones.
-465-
Adquirir nuevas ideas conlleva adquirir nuevos ojos
para ver el nuevo mundo que se desvela.
-466-
Cualquiera que frecuente el mundo de la militancia
revolucionaria, la misma que hace flamear banderas justicieras, humanitarias,
filantrópicas, debería precaverse de que entre sus filas nunca faltan personas
viles y cínicas que, mediante una excesiva y explícita inquietud en cuestiones
sociales y políticas, encubren una enorme carencia de nobleza en la pequeña
comarca de sus vidas. Se trata de gente incapaz de ejercer la virtud con sus
más próximos allegados y que al mismo tiempo vive estallando de indignación
ante las injusticias de la sociedad. La ira que manifiestan sentir ante la
defectuosidad del mundo les condimenta una personalidad defectuosa. Siempre
encuentran formas de justificar su natural tendencia discordante y agresiva con
los panfletos de una necesidad social de agresión y discordia. Cuando estalla
una revolución son los que se entusiasman con la labor de destruir las
estructuras anteriores, disparar en los fusilamientos, gozarse del sufrimiento
de los vencidos, y el peor entre los peores ambicionará el primer puesto del
nuevo régimen, complacido de justificar y potenciar su egocentrismo en los
términos del ideal libertario; estará tan bien dotado para el cargo que lo más
probable es que lo obtenga. Este es uno de los motivos por los cuales suele
fracasar el nuevo orden de una revolución, que en el peor de los casos
instaura, con principios nuevos, regímenes iguales o peores que los derrocados.
-467-
Los que están situados en la mediocridad, incapaces de
contemplarla, son los que menos la padecen.
-468-
Abrazos, reconocimientos, palabras fundamentales,
proyectos, perdones: las despedidas siempre generan disposición para efectuar,
cuando ya es muy tarde, todo lo que necesitábamos durante las permanencias.
-469-
Las sociedades son incapaces de asumir esa realidad
injusta, despiadada e indecente que constituye la estructura sobre la que están
parados sus tan altivos y educados miembros. Para encubrir el crimen siguen
cometiendo el crimen, infinitas veces.
-470-
Diálogo entre un niño y una bruja a la que descubre
haciendo el bien:
-¿Por qué haces eso? ¿Es que hay brujas buenas?
-Sí, hay brujas buenas.
-¿Y por qué conocemos nada más que a las malas?
-Porque lo que nos interesa a las buenas es hacer el
bien, no que nos conozcan.
-¡Se lo contaré a todos!
-No podrás -responde la bruja mientras le acaricia la
cabeza-. Tres segundos después de que te toque vas a pestañear, y cuando abras
los ojos ya no podrás verme ni recordarme. Te haré el bien de impedirte obrar
mal.
-¿Por qué? -grita el niño disgustado, pero luego
pestañea.
-471-
La belleza femenina enloqueció tanto a los hombres
que, asustados, desesperados, cobardes, acudieron al machismo para hacerles
frente, fracasando.
-472-
Así como la ceguera agudiza el oído, toda carencia
fomenta aptitudes que de otro modo nunca hubiéramos ejercido o siquiera
descubierto. Algunos accidentes, penurias y desgracias pueden significar la
salvación, única oportunidad de saber quiénes somos para consumar nuestro
destino.
-473-
Más aprovecha el sabio una pregunta necia que el necio
una respuesta sabia.
-474-
Es evidente que debemos aceptar, con naturalidad, que
el prójimo tenga ideas diferentes a las nuestras, que observe los fenómenos con
otros criterios y que, las más de las veces, verá blanco lo que vemos negro. Es
evidente, y sin embargo…
-475-
Memorable ejemplo del arte de expresar mucho con pocas
palabras es la siguiente definición, análisis y conclusión de Pascal: “El
cristianismo es extraño: ordena al hombre que reconozca que es vil y hasta
abominable y le ordena que quiera parecerse a Dios. Sin un tal contrapeso, esta
elevación le convertiría en horriblemente vano, o aquel rebajamiento lo haría
horriblemente abyecto”.
-476-
Conviene aprender a vivir con problemas antes que
exasperarnos por resolverlos; puede que con este método se resuelvan.
-477-
Una persona sufre una agresión que la deja agonizando
en medio de la calle. El moribundo grita, pero parece que nadie oye; los
transeúntes pasan por su lado pero parece que no lo ven, alguno tropieza con su
cabeza y sigue andando. De un modo más complejo, esta escena inadmisible sucede
todos los días, con millones de personas que la sufren y otras que la aceptan
con naturalidad; uno mismo, irritado con la idea, ha pasado muchas veces por
delante del desgraciado, siempre sufriendo en medio
de la sociedad ante la vista de todos.
-478-
Paso por ese sitio y me asombra que siga estando el
mismo hombre, como si yo no fuera también el mismo que sigue pasando por ahí.
-479-
No hay que confundir los problemas, que por definición
podrían resolverse, con las tragedias; de ese modo evitaremos añadirle al dolor
la desesperación de pensar qué hacer en situaciones en las que ya no hay nada
que pueda hacerse.
-480-
Los personajes de la literatura maldita no se destacan
tanto por su maldad como por la actitud de declararla abiertamente al público;
su afrenta se basa en cierto género de sinceridad, una resistencia a la
hipocresía que, contradictoriamente, los hace menos malos que todos los que,
cometiendo las mismas faltas, las encubren por conveniencia o cobardía.
Escandalizan menos por la maldad que por la franqueza con la que la reconocen
en sus corazones, de modo que muchos de los ofendidos lo están porque se
explicitan las vilezas en las que ellos mismos incurren. Muchas veces la maldad
de los malditos se reduce a decir una verdad molesta, idéntico motivo por el
que escandalizan los héroes del bien. Buen ejemplo de todo esto es el antihéroe
que retrata Dostoievski en las Memorias
del subsuelo: “La gente se deleita con sus defectos, y yo más que nadie”.
-481-
Nacer, como el príncipe, con una ya consumada
celebridad o, como el mendigo, con una ya condenada penuria; cargar con ellas
sin merecerlas dedicándose a ser lo que demandan los demás; compartir un lazo,
como este, tan profundo, pero vivir divididos por la severidad de tantos muros
y, la mayor desgracia, tener que ser enemigos cuando se tendrían que abrazar.
-482-
Más que un arte, la política es artesanía o artificio
de lo posible, y es esto mismo lo que comprueba su mediocridad.
-483-
Las finezas de una cultura depurada no las elaboraron
esos aristócratas que se dedican a presumir de ellas poseyéndolas. Ellos han
llegado luego, cuando gracias a millones de hombres simples, deslucidos, la
gran obra se encontrada totalmente consumada, totalmente corrompida.
-484-
No me asombraría que hasta las flores se secasen a
causa de una rutina.
-485-
Henry James y Aspern. ¿Es lícito robarle, a la viuda
del gran poeta, unas cartas íntimas de su célebre esposo, para enriquecer el
patrimonio cultural de la humanidad? Será un tanto ambiguo acatar, por parte de
los que digan que sí, razones morales, y también hay algo para los que
respondan que no. Desdibujará el conflicto el devenir de los acontecimientos,
que acabará imponiéndose con la realidad de sus hechos, de los cuales ignoramos
si responden a moral alguna o a una irremediable fuerza bruta que avasalla
nuestras reflexiones.
-486-
Los occidentales tienen percepciones románticas de los
orientales. La gente de ciudad, de la del campo. Los ricos de los pobres. Los
modernos de los antiguos, los libres de los esclavos, los de un oficio de los
del otro, y viceversa para todo. Sólo los verdaderos románticos tienen una percepción
romántica de sí mismos además de sobre el prójimo.
-487-
Siempre pude entenderme bastante bien con los obreros,
así sea por inevitables lazos de clase o familiares, pero me repugnan esos
intelectuales que se atribuyen la representación del proletariado.
-488-
Tienes un jardín para que un jardín te tenga.
-489-
La complejidad de la vida es tan vasta y endiablada
que, a la hora de afrontarla, cualquier sabiduría nos brinda un servicio muy
modesto. Las reflexiones han de ser forzosamente generales, válidas en un
sentido amplio, pero insuficientes para indicarnos algo sobre cada situación
particular, que en definitiva son las únicas que cuentan. ¿Para qué sirve la
experiencia, la instrucción, el buen consejo? En el mejor de los casos encienden
una vela, pero el sitio por donde vamos es demasiado oscuro, y con fuertes
vientos.
-490-
Hay situaciones y espacios en los que ejercer la
inteligencia es muy poco inteligente.
-491-
La sabiduría budista ayuda a distinguir la felicidad
de la excitación. La excitación es el artificio de encubrir la insatisfacción
mediante el efecto temporario de un narcótico; se obtiene placer mientras dura,
pero cuando cesa regresamos a la realidad convertidos en personas peores: la
herida sigue allí y se ha infectado por descuido. La verdadera felicidad nunca
encubre una realidad malsana sino que la sustituye convirtiéndose en la
realidad misma.
-492-
Dice Kafka que hay un punto a partir del cual ya no es
posible volver atrás, y que es preciso alcanzar ese punto. Nunca deja de
maravillarme que Kafka, el maestro del paso imposible, del sempiterno
laberinto, haya escrito uno de mis aforismos preferidos para dar aliento, con
esperanza, para avanzar.
-493-
Los niños son encantadores cuando se nota que todavía
no desarrollaron el ego.
-494-
Las doctrinas importantes siempre demandan una obra
que está muy por encima de las posibilidades humanas; son, como las religiosas,
insondables misterios o, como las políticas, horizontes inalcanzables. Estamos
hechos de tal manera que sin la divinidad de los abismos jamás nos
dispondríamos a cavar nuestros pequeños pozos.
-495-
Califico una obra de formidable, con derecho a
convertirse en clásica, cuando resulta igualmente satisfactoria tanto para el
erudito como para el más sencillo y humilde de sus receptores. Libros como el
Quijote, pinturas de Rembrandt, esculturas como el David, melodías de Bach o
monumentos como el Taj Mahal; cualquiera de estas maravillas tienen la
infrecuente virtud de funcionar plenamente en todos los niveles de recepción,
proporcionando una vivencia intensa y acabada a cualquiera que tenga la buena
experiencia de abordarla. Podría decirse de otro modo: una creación artística
es magnánima cuando logra ponerse codo a codo con la naturaleza, al punto que un
grupo de contempladores, jóvenes, ancianos, ignorantes y eruditos, se unifica parándose ante ella lo mismo que
ante un océano o un crepúsculo.
-496-
La personalidad con la que un rico amasa su fortuna es
la misma que le impide disfrutarla.
-497-
Si retornásemos victoriosos de una guerra contra los
relojes recuperaríamos el tiempo.
-498-
Un lejano parentesco entrelaza multitudes y desiertos.
Escapando de la arena, del silencio, construimos un fortín de rascacielos. Pasa
tiempo. Ahora huimos del asfalto, del ruidoso descontento, hacia el más lejano
médano. ¿Iniciamos la partida o se trata de un regreso? No sabemos. Hay dos
modos de estar solos, entre todos o con nadie, multitudes o desiertos. La
fatiga de una marcha entre ambas soledades que va y viene, que va y viene, sin
aliento.
-499-
La juventud otorga fuerza para tensar el arco. La
puntería se desarrolla con los años, mientras nos vamos debilitando.
-500-
Dostoievski, siendo ya un escritor célebre y maduro,
responde a una revista sobre el hecho que más ha influido en su desarrollo
espiritual. Lejos de lo que podía esperarse, su respuesta poco tiene que ver
con escenarios marginales, espíritus atormentados, los tortuosos laberintos por
donde giran los enloquecidos o alguna funesta tarde de su vida. Evoca, en
cambio, una noche de enero en la que se detiene a la orilla del Neva para
contemplar el ocaso. Tanto el río como la neblinosa ciudad parecen un sueño; en
ese momento comprende lo misteriosa y fantástica que es la realidad del mundo,
y que su destino es el de un escritor.
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